Nuestro Nombre y Nuestra Tierra.
Nuestra denominación tiene su origen en el Castillo de la Estrella, edificado en el siglo x, en tiempos de inseguras fronteras cuando árabes y cristianos contendían, más allá de ideales políticos o religiosos, por mantener o conquistar las fértiles tierras de este rincón de Andalucía.
De su antigua fortaleza no quedan hoy en pie más que torreones semiderruidos que aguantan con vigor el paso de los siglos. Desde las alturas señeras de su escarpado cerro preside los campos y da personalidad al paisaje.
A su amparo se acoge el pueblo de Teba (Málaga) con sus viviendas populares de cegadora blancura andaluza y algunos palacetes señoriales, reminiscencia de un pasado nobiliario más esplendoroso.
Si con el paso de los años ha perdido algo de la importancia estratégica, política y administrativa de la que gozó en la época romana y a lo largo de toda la Edad Media, lo que en absoluto ha variado es la bondad de su clima y la generosidad de sus tierras. En las laderas suaves y permanentemente soleadas de las lomas que constituyen casi todo el término municipal se alternan, manchando el paisaje en una geometría desigual, dos cultivos seculares: el trigo y el olivar.
© 2013. Aceites Castillo de la Estrella, todos los derechos reservados.